Cerro Quitasol la montaña sagrada

04 Feb

Puedo iniciar diciendo que el senderismo es una gran pasión, que hay rutas tan increíbles para disfrutar y que es una bendición poder disfrutar de ésto. Hoy quiero resaltar mi último recorrido, porque me ha dejó marcado por su historia y naturaleza; hablo del Cerro del Quitasol, al norte del Valle de Aburra, específicamente en el municipio de Bello, Antioquia

¿Y saben por qué lo hago? Porque no sé cuantos tienen la oportunidad de visitar un camino prehispánico donde puedes recorrer rutas indígenas labradas por ellos mismos, donde yacen vestigios sagrados de hace miles de años, caminos recorridos por colonizadores y compuestos por un ecosistema que jamás imaginaba existiera en esta parte de la montaña, tan cerca de la ciudad.

El objetivo era ascender el Cerro Quitasol hasta llegar muy cerca a la tradicional Finca Corrales, donde están ubicadas las ruinas y estructuras de la tribu indígena del Cacique Niquia, del cual existen historias que datan desde mucho antes que existiera lo que hoy es el Valle de Aburra.

Según datos, íbamos a subir desde los 1.500 hasta a una altura media de 2.200 metros, más o menos, un reto emocionante que inicia desde los apartamentos nuevos de Niquia, para el cual recomiendo llevar buen liquido y un pequeño desayuno, ya que el recorrido puede ser de 2 horas subiendo dependiendo el paso, pero te aseguro que es toda una aventura.

Luego de unos minutos de ascenso, llegamos a una quebrada de agua limpia y fresca que le da el verdadero inicio al recorrido, porque a partir de ahí, comenzamos a tomar un increíble camino construido con grandes piedras acomodadas cuidadosamente para formar el sendero que llega hasta el monumento al sol y las ruinas indígenas.


A medida que vamos subiendo por el camino y las laderas del caño, se va poniendo sabroso al haber partes más pendientes que otras y la vista cambia, ya que el panorama se hace más grande hacía el sur de Medellín y el norte del Valle del Aburra. 

Continuamos subiendo y divisando, disfrutando de la fauna y flora, al desaparecer la contaminación auditiva de la urbe; luego comenzamos a pasar por bosques con colores muy diferentes y una flora exótica, lo cual indicaba que llegamos; lo supe al ver árboles de hasta más de 10 metros, con corazas gruesas y formas inmortales en el tiempo, lo cual es mi premio al cumplir la meta. 

El camino ya no era de subida, era plano con espacios muy bonitos; caminamos unos metros y pudimos toparnos de frente con el gran monumento al sol que existe en el lugar, algo de nuestros antepasados que hace el momento muy especial. Luego seguimos un poco más y pudimos apreciar unos terrenos planos contenidos por piedra organizadamente, llamados terrazas; al parecer las utilizaban para cultivar y poder vivir en el lugar.


Monumento al Sol, Cerro quitasol


Después de tanta fascinación, nos dispusimos a disfrutar de un merecido desayuno entre magia y naturaleza, para al rato continuar por otro camino hacía el frente de la montaña y descender; pero esa parte de la historia luego podré compartirla con todos. 

De esta forma quería compartir por que me pareció muy especial ésta ruta, llena de senderos, quebradas y bosques, además de una historia indígena que jamás morirá. También sume una nueva experiencia junto amigos, disfrute gratamente y con seguridad puedo recomendarla para que todos disfruten con respeto, paz y mucha alegría. ¡Así que Vivelapp tu también!

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